domingo, 12 de diciembre de 2010

Mis sábados ya no serán iguales...


Han sido 16 sábados en Ate, para ser más específicos en Ceres. Y estos 16 sábados jamás los olvidaré. No puedo negarlo, al principio no me gustaba mucho la idea de hacer un voluntariado que tenga que ver con un fin ambientalista, pero ahora me siento muy contenta de haberlo realizado, conoci a gente muy linda.
Sábado tras sábado Mónica, Shermely, Carol (por un par de sábados) y yo íbamos al mercado de Ceres para concientizar a la gente que labora en el mercado sobre la contaminación que ellos realizaban en sus puestos. No fue fácil, algunos comerciantes eran reacios y estaban decididos a no escucharnos e inclusive en algunas ocasiones nos decían por qué nosotras no limpiábamos; por otro lado estaban los comerciantes que si nos escuchaban y tenían todas las ganas de cambiar esa realidad, de mantener el mercado más limpio.
Pero este trabajo no lo hacíamos solas. Estos sábados nos acompañaron Lourdes, el ingenierio Vara y la señora Olinda, me encantó como nos trataron. Senti que la señora Olinda era como nuestra madre. A veces era algo difícil llegar a un acuerdo en el que todos estén de acuerdo, pero al final todos terminábamos contentos.
Jamás me olvidaré de esta experiencia. Me sentí a gusto con este grupo, sé que aún no se pudo lograr la meta, pero con el tiempo si se logrará. Espero que cuando vuelva a Ceres ya no como voluntaria, sino como cualquier persona, pueda ver el mercado mucho más limpio por el bien de los comerciantes y de los compradores. Sé que es algo difícil, pero si se puede lograr, sólo se debe tener mucha paciencia.
Gracias al IBC por darme la oportunidad de vivir este voluntariado. Estaré eternamente agradecida con la institución, también con Pachamama, la Mesa de Concertación, el ingeniero Vara por ser tan amables conmigo y hacerme sentir a gusto todo este tiempo. Y como olvidarme de Mónica, mi asesora, que fue tan paciente conmigo y tan comprensiva conmigo cuando no podía asistir. Por último, a mis compañeras, Carol y Shermely. Carol, sé que por motivos personales no pudiste acompañarnos hasta el final, pero a la vez sé que le pusiste todas las ganas al trabajo y fue genial conocerte. Shermely, sobrevivimos hasta el final y tuvimos una serie de acontecimientos que no olvidaremos cuando nos tocó hablar con la gente del mercado para concientizarlas y que limpien, gracias por acompañarme en esta aventura porque sin ti no hubiera sido igual. Extrañaré a todos.
Y al final no sólo concientizé a los comerciantes, sino también a mi. En nosotros está el cambio, si nos unimos podemos lograrlo, si nos proponemos detener la contaminación ambiental podemos aportar mucho a nuestro mundo.
Definitivamente mis fines de semana ya no serán los mismos. Extrañaré todo lo vivido en estas semanas.

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